Fábrica de sueños. Tejemanejes. Democracia moda y pop…
Al igual que la bolsa inicia ensoñaciones y creencias (me refiero a las finanzas), las hadas y ondinas, y ¡que viene el coco!, para los niños realiza la fantasía que es necesaria para emprender el camino del Ninja competitivo. Esto es: más crecimiento. Aunque los gurús de la economía pretendan, con el nuevo paradigma, ver que lo esencial es buscar la innovación a costa de dirigir nuevos ejércitos de estudiantes a los que se les ve en “clave creativo” y no competitivo. ¡Menuda dislocación de manual! -tengo el hombro tan dolorido que la cabeza me da vueltas y vueltas, como un tíovivo- y para justo delante del frenesí ante los nuevos foros donde se intentan atornillar lanas de ovejas que necesitan un nuevo pastor… no me la dan: ¡pero dirán que nuestra manera de comprender y de relacionarnos con la realidad está en constante evolución!; Sostenibilidad, evolución…innovación, más crecimiento; parece ser que tenemos tres planetas, por lo menos igual a la Tierra, aunque desde el espacio es Azul.
Ya me entienden los que quieran entender.
Y no sirve de nada resistirse al cambio. O sirve para recorrer esa verdad con toda su larga falsedad. Pero el cambio no es estrictamente político-social, sino comercial material, económico: nuevos lenguajes las mismas máscaras…o sea que lo es otra vez económico y de poder (cambio de caras). Seguimos en la edad media, tan sólo que tenemos todos los días prensa e Internet y pan del malo. Y ellos que son muy espabilados congregan los mejores servicios para que el liberalismo a ultranza se mezcle con los verdes, les dejen dar un pasito adelante, pero la manicura y las filigranas por muy atractivas que parezcan, sólo son eso: tejemanejes como diría mi abuela que en paz descanse, o ¡las naciones están que trinan!, si es que existe el término Nación, tal y como se ha historio-grafiado: verdad y ficción. Nación cultural- nación política jurídica, qué más da, en un mundo globalizado y supeditado a un episodio brutal de financiarizacion del mundo en todas sus dimensiones…ahora está por ver la contabilidad de la biosfera, de los mercados del suelo y las entrañas de la Tierra.
Que no soy ecologista y más bien negacionista, que desarrollo un botón con chaqueta verde más duro que el hormigón armado: ecologistas sensatos, nueva imagen de poder para los poderosos que trabajan para los capitales. Ya no les basta con el poder de la herramienta de la hipocresía y el cinismo, más aún ahora les gusta tapar la realidad vital, la biodiversidad con las mismas razones que nos tienen torturados con sus distintos métodos de gobernar para, por ejemplo, Exxon Mobil. Las mascaradas ecologistas están de moda como instrumento de cambio y responsabilidad, mientras nos siguen contando lo que quieren: menos mal que apareció WikiLeaks, más allá de los cableados chinchorreros en el fondo “esconde”, destapa las cloacas de los países que, por supuesto, están llenas de Estado, digo de Conspiraciones. Ese maduro de aspecto pajillero ha puesto patas arriba a la casa (in) blanca, y muchos gobiernos occidentales tendrán que dar explicaciones y estas tendrán que ser creíbles y respaldadas: de la certeza a la sospecha. Ahora hay certezas. Por la salud democrática todo debería aclararse. Y todos todas, ¡uf perdón ¡todas, somos parte de una democracia que poco a poco se deteriora:
COMO CIUDADANOS TENDRÍAMOS QUE VELAR POR LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA, como si fuera nuestro hijo o hija. Paseamos perros, pero somos incapaces de velar por la democracia, que cada vez tiene más connotaciones dictatoriales, más obligaciones, más leyes que las razones de Estado.
Estamos cayendo en nuevas apariencias bajo las consignas de siempre y eso es puro regreso a la perdida de libertades. Sólo importa la especulación y el poder, pero un poder a costa de menos libertades va camino de ser un mando, un poder sin ratón. Porque nosotras como ratones, deberíamos de constituirnos. Y la democracia no es una Discoteca de un barrio de Madrid. Digo yo. Que ahora está más de moda, (y ya sabemos con las popularizaciones, como tergiversan), que la movida del pop español… ahora bien, el trabajo colaborativo, el talento, la innovación y el intercambio creativo han de ser fundamentales para que una ciudad se repiense y encuentre a sí misma.
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