En la época de Cervantes, los que eran los "banqueros" de entonces, se apropiaron de todos los molinos, lo que provocó que moler trigo se encareciera muchísimo. Así, el ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha señalaba en la dirección adecuada:
"La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.
Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla."
Hoy los banqueros tienen la manija de la creación de dinero de la nada a través de la deuda, y utilizan este poder para tenernos subyugados a sus intereses. No ha cambiado tanto la historia, pero también hoy surgen muchos Quijotes luchando contra los molinos, ¿te apuntas a la batalla?
disobedience.eu/es
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