Aquí os dejo con el manifiesto de Xavier Barriga y su campaña sobre el pan:
A mí me gusta la corteza, ya ti?
Últimamente estamos asistiendo a una tendencia por consumir panes con muy poca costra, de comida fácil, sabor soso y sin carácter y en muchos casos, desprovistos de la magia y los beneficios que nos aporta la corteza en forma de beneficios organolépticos y de base, de armonía con los sabores y los placeres gastronómicos más profundos.Este manifiesto quiere reivindicar el papel de la corteza en el pan.
No de esa costra dura, espesa, que cuesta de masticar y que hace daño a las encías de los dientes, si no que quiere reivindicar la costra que tiene gusto, la que da personalidad al pan, la que nos refuerza las encías ( las de nuestros hijos también).En resumen, la costra que nos da el placer de decir, qué pan más bueno, yo quiero más!
Quiere reivindicar el pan que siempre me comido, aquel pan que sin la costra ya no es él, ya no es el pan que comían nuestros abuelos y que hoy, además de disfrutar nosotros, también podemos dar a nuestros hijos .
Lo tenemos fácil, lo tenemos al alcance de la mano, tenemos muchos buenos panaderos que trabajan a diario para hacer un buen pan y que lo hacen.Panaderos que cuecen su pan en hornos de piedra, alimentados por leña o gas, pero siempre en un horno donde la piedra refractaria y la masa son los grandes protagonistas. Esta piedra transmite a la masa todos sus beneficios en forma de calorías, calorías que ésta recibe de manera noble y paciente, y que hacen posible el milagro de la transformación de masa en pan. La costra se va dorando poco a poco, pacientemente, sin las prisas de otros panes, y el resultado es un pan de corteza crujiente y de buena conservación, rodeado de aromas y sabores sutiles, pero que al ser presentes, nos rememoran a tiempos pasados, donde el sabor de los alimentos cobraba una importancia que parece que se va perdiendo con el paso de las generaciones.
Los panaderos no queremos que esto suceda. Queremos que el pan sea siendo el PA, aquel pan lleno de sabores, gustos, aromas a azúcar tostado, a caramelo, avellanas tostadas, trigo, tierra, harina húmeda, láctico, a acético y en definitiva, a vida y naturaleza.
Los panaderos le regalamos así toda nuestra sabiduría profesional en forma de pan de miga esponjosa y de corteza crujiente y confortable para que disfrutéis como siempre lo habíamos hecho.